Sabemos que la sostenibilidad de un proyecto palmero inicia con la implementación de prácticas económicamente rentables que garanticen las inversiones en el futuro, y, permitan avanzar en la ruta de la sostenibilidad social y ambiental.
En este sentido, nos enfocamos en contribuir a la competitividad de las inversiones palmeras del país, a través de su desempeño y compromiso con las buenas prácticas agrícolas, servicios y trasferencia de tecnología.
Una parte vital de la producción agrícola sostenible es producir más con menos. En este sentido, GREPALMA orienta el desarrollo de la agroindustria palmera para la estandarización de buenas prácticas del cultivo y comprende que existe una demanda global creciente que solicita aceite de palma producido con responsabilidad social y ambiental; lo que ha motivado al sector palmicultor a asegurar el desarrollo del cultivo, dentro de un escenario de mejoramiento de la productividad, entendiendo que la conservación significa tanto desarrollo como protección del medio ambiente.
Como muestra de la alta eficiencia en productividad e implementación de buenas prácticas en la agroindustria de la palma de aceite, el estudio Estimación de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en la Producción de Aceite de Palma en Guatemala elaborado con el apoyo técnico del Proyecto de USAID de Desarrollo con Bajas Emisiones, determinó que las emisiones de la producción de aceite en Guatemala representan el 0.45% de las emisiones nacionales totales, siendo ésta más baja en comparación a otros países productores de aceite de palma.