Como resultado de las buenas prácticas agrícolas, el rendimiento nacional promedio de aceite crudo de palma es de alrededor 7 toneladas métricas por hectárea, superando el promedio mundial que está en 4 toneladas métricas por hectárea. Las buenas prácticas agrícolas orientadas a la sostenibilidad, aumentan la eficiencia en productividad por hectárea, protegiendo los recursos naturales.
Impacto económico de la palma de aceite en los departamentos donde está presente el cultivo.
Sabemos que la sostenibilidad de un proyecto palmero inicia con la implementación de prácticas económicamente rentables que garanticen las inversiones en el futuro, y, permitan avanzar en la ruta de la sostenibilidad social y ambiental.
En este sentido, nos enfocamos en contribuir a la competitividad de las inversiones palmeras del país, a través de su desempeño y compromiso con las buenas prácticas agrícolas, servicios y trasferencia de tecnología.
Una parte vital de la producción agrícola sostenible es producir más con menos. En este sentido, GREPALMA orienta el desarrollo de la agroindustria palmera para la estandarización de buenas prácticas del cultivo y comprende que existe una demanda global creciente que solicita aceite de palma producido con responsabilidad social y ambiental; lo que ha motivado al sector palmicultor a asegurar el desarrollo del cultivo, dentro de un escenario de mejoramiento de la productividad, entendiendo que la conservación significa tanto desarrollo como protección del medio ambiente.
Conscientes de la importancia del cultivo de palma en nuestro país, apostamos por el desarrollo de mecanismos de comunicación e inclusión comunitaria que fortalezcan las relaciones entre los proyectos palmeros y las comunidades de influencia, buscando el bienestar de las regiones donde está presente el cultivo.